viernes, 10 de octubre de 2025

El tedio de su respiración





«Hay una calle que mi corazón se ha robado de los barrios de mi infancia».
Forugh Farrojzad




[4511]
Regreso a la mío, a las apuestas, al hipódromo. A las butacas sucias y vacías, a ver a mi viejo caballo, famélico y cansado. Regreso para verlo trastabillar por los carriles infinitos, con toda la voluntad del mundo convulsionando en cada tramo, pensando.
"Qué bello es ver morir un caballo. Una bestia inigualable. Qué bello es ver morir al caballo que amas. Su pelaje brillante solo visto por tus ojos. Qué bello e irónico, abrazar lo que pronto está por partir y no poder sujetar lo que se va y se desconoces por completo"


Y aún no has visto nada. No sabes lo que puedo imaginar, no comprendes la magnitud de este asalto. Buscarás aire para decir lo que pierde forma. Necesitas saberlo, con urgencia, pero ignoras el hilo que sostiene la vida. Nada puede purificarte, y aún así insistes en tener un nombre.
Yo te mostraré por qué los niños temen a las casas abandonadas.
[Cambio y fuera]

miércoles, 8 de octubre de 2025

Las rutas del oro ilegal



Hablaremos primero de alguna suposición:


Juliaca: T.
Bryan J.Ch.j Ministerio de PDF ja!

¿Si no estoy aquí quién arruinará los sueños de los idiotas?

martes, 7 de octubre de 2025

Alucinógenos divinos



“Si buscas un significado, te perderás todo lo que sucede"
Andrei Tarkovsky




Desaguadero, 12:33. Estoy fuera del Perú desde hace dos horas, pero aún no dentro de Bolivia. Camino sobre un puente que une dos países hundidos en su propio delirio. El puesto migratorio permanece ciego: un apagón ha borrado sus relojes.
Una mujer de polleras me invita: —Joven, cruce, viaje sin miedo, esto ya es Bolivia—.
No avanzo. Espero hasta verla perderse en la sombra de una caseta apagada. Regreso, alquilo un cuarto de 2 x 2.5 metros: un cubo perfecto. En lo alto, molduras de yeso devoran la luz; una lámpara antigua respira entre azulejos como si fuese reliquia de otro siglo.

Pero el comienzo fue hace nueve horas en Arequipa, ciudad orgullosa de su caos. El chofer de la minivan rumbo a Puno decidió desviarse a Juliaca. Motivo: recoger a su novia.
—Usted también tiene a alguien en el corazón —me dijo, antes de hundirse en caricias.
Yo, ajeno, calculaba la geometría de los horarios, el milagro improbable de llegar al bus en El Alto. Dudé, marqué números. Pregunté por certeza. En vano. El Perú es un mosaico de voces sin dueño, un archipiélago de oficinas inventadas. Distancias y relojes son humo.

Anoté en mi mente un top de respuestas, un museo del absurdo:


Policía de turismo en Puno: dos jóvenes distraídos en Facebook me informan: “La frontera cerró hace una hora. Abre mañana a las seis”.
Recordé haber cruzado el año pasado a las 8:30. “Eso ya cambió”, dijeron, como si el tiempo fuese un animal en fuga.


Una amiga en Puno juró: “La frontera cierra a las ocho. Mi amigo es aduanero”. Repetía la sentencia hasta volverla plegaria.


El poeta-boxeador, que aún me debe un Jack Daniels, dictaminó: “De Puno a Desaguadero son cuatro horas. Los demás nunca han viajado”.

Ahora sonrío frente al apagón. Imagino a la señora de polleras caminando ya por La Paz, mientras yo permanezco suspendido en el lago: un limbo tejido por agua y fronteras invisibles.

Alguien me dice:
—Bienvenido, esto es Bolivia.

martes, 23 de septiembre de 2025

El maestro Español


[1845]

No me devuelvas al mundo mientras los motores devoren la lengua secreta de los pájaros.
Mientras las galaxias giren con la disciplina brutal de las hormigas.
Cuando las rutas marítimas se quiebren en un tumulto de ballenas anunciando a gritos la clausura del océano.


[1423]

Y vuelvo a ladrarle a las ruedas del día, que giran sin parar sobre mi cabeza como cuchillas que nunca se detienen. Muerdo ese sol que se adelanta en el horizonte, ardiendo en mi boca. Corro como un loco, mitad sueño, mitad rabia, cada mañana, descansando bajo la sombra delgada de un cuerpo que ya no recuerdo. Vuelvo a la locura de los ciclos marinos, el agua agita las melenas de los amantes hundidos en las profundidades, atrapados, sonriendo bajo el ancla de un solo nombre. Todos caminan atravesados por una espina que llaman vida, de la cual me deshago, lentamente, arrancando trozo a trozo, hasta que no quede nada.

Ese otro mundo



Mi memoria es selectiva, tu estupidez es permanente.



[1122]

Al formarse la cresta más alta de la ola, el mar desaparece ante el vértigo de la inminente caída. Para el común discurrir del pensamiento, la metáfora es sencilla. Cualquiera podría acceder a ella. Pero pienso en un mar que desaparece completamente, en mis sueños ha sido recurrente la imagen. En este instante donde el sonido del mar es el mundo. Y la espuma del vértigo es la promesa de la imagen destruida. Me pregunto por los nuevos miedos, en la imagen que se hará para mí nuevamente, una vez que el océano desaparezca de mis fronteras. Vuelvo a la metáfora y sus piedades concedidas, que el miedo se levante de nuevo y la vida se renueve pronto en la sensación del vértigo vertical de vivir.




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>Transmisor de TLT / receptor, un piano de cola Disklavier [2006]
>Moonlight
Sonata de Beethoven se ha traducido en código Morse y enviado a la Luna
a través de T.L.T. Volviendo a la tierra «fragmentados» por la
superficie de la luna.
>> En el espacio expositivo, 
la nueva partitura 'luna alterado' juega con un Disklavier de cola.>>
<<< Rastreando tus coordenadas en kilogramos nube>>>

sábado, 20 de septiembre de 2025

Piérdelo todo, es el nuevo comienzo



Éramos animales enamorados del humo, nada más que eso.


[Mantente ardiendo]


Eras un lugar extraño. -No puedo con esto, me dijiste-. Toma tus cosas, tus vestimentas vacías de tanta luz. Un jardín olvidado, familiar. -Cierra tu camisa, no quiero que el viento entre en la casa-. Un jardín familiar en las paredes y en el cielo, despejado de todos los rostros. Para cuando vuelva todo será igual y estarás aquí, sin importar la estación. -Ya no quiero más de esos garfios que llamas palabras, de donde cuelga tu piel-. El cielo despejado en la tierra colmada de otras criaturas. -Golpearás el aire con la melodía de tu infancia para poder entrar, pero no te reconoceré-. Afuera brillan por la sombra tus juguetes y la espiga de tus ojos germina sin que nadie se percate. Afuera, en el jardín, se oxidan con el agua que bebes las voces de los pájaros que no aprendieron a volar.


[Estudio de la radiactividad en una casa a las afuera de la ciudad]

jueves, 11 de septiembre de 2025

Los mecanismos fundamentales: Las nuevas sonrisas



Amo todo lo que fluye, 
todo lo que contiene el tiempo y el porvenir, 
que nos devuelve al comienzo donde nunca hay fin.
Henry Miller



Ni el paisaje mismo sabrá que una de sus hojas es un animal.


ALEGORÍA PRIMERA

Ella no entiende que los helechos se marchitan en su mejor estación, que la lluvia escasea a pesar de los días nublados. Por esta calle podemos ver morir al sol una y otra vez, como el recuerdo de mi padre sentado en el sillón familiar. Mientras los niños desmantelan los autos de la noche para luego ser estrellas empotradas en las autopistas.



1989 veces tu nombre subversivo pintado en las paredes de la ciudad, sin descanso hasta hoy. La policía nunca tuvo una descripción acertada de lo ocurrido. Podría permitirme, para bien de nadie, este pedazo de cielo. Ayer lo quisiste rojo. Durante todo el conflicto, a pesar de los peligros.



1989 pensamientos incendiarios en la unidad de la muerte. Sin causar disturbios entro en el día ordenado, como la mesa del comedor diario: impecable a pesar de la pólvora y las flores. Sobre las esquirlas del día, la sombra de la bestia que besa tu frente nos refresca y nos recuerda todos los estallidos que han llegado a conformar una melodía de Stravinski en su tiempo.



Siempre serás un demonio, a pesar de tus alas y de la blancura de tus harapos, me susurras al oído. Siempre serás ese pasajero que perdió el boleto de regreso. 1989 palabras para un himno que solo los mudos podrán entonar en tu nombre, en mi nombre, sobre todo lo que se lleva por delante el futuro, que es una navaja abriendo la garganta del mundo.